Capítulo 14: Una tarde en familia


Capítulo 14: Una tarde en familia

Kevin le explicó que Troya ya se había acostumbrado a él, por acostumbrarse quería decir que ya le miraba y no se iba a la esquina pero Al abrazó ese comportamiento, era lo máximo que iba a lograr en un día.

- ¿Has visto nuestra maravillosa cuadriga? – preguntó con un deje de ironía. Kevin negó con los ojos brillantes dejando claro que se moría de ganas de verla, así que Al lo acompañó hasta los lindes del bosque, donde estaban los demás.

La escena sin duda resultaba graciosa, Maëlle y Sandra intentaban mejorar el carro mientras ignoraban a Ed y a Mark, que estaban pelean con palos a modo de lanzas. Kevin sin embargo se quedó blanco, lo cual era normal, el carro que debía soportar su peso y el de Al era más bien una carretilla grande con un cañón mal colocado en la parte posterior, a duras penas cabían dos personas y la duda de si soportaría la velocidad de Troya era muy legítima. Pero tenían que aguantar por lo menos hasta despistar a Atenea.

- ¿Ya ha conocido a Troya? – Preguntó Ed.

- Sí, y milagrosamente parece que le soporta – añadió Al con un media sonrisa.

- Si sigue vivo es una gran señal – Ed se remangó la camiseta y mostró una cicatriz en el hombro – Esta me la hizo la primera vez que intenté tocarla.

- Porque era mía – respondió Al a la acusación. De repente recordó que ese era un tema tabú y se arrepintió de sus palabras, Ed se sentía mal cada vez que le recordaban que Troya había sido un regalo de Ares a Al por su primera victoria en la batalla de la bandera, no convenía recordar una de las pocas ocasiones en las que su padre se había mostrado.

Al volvió a enfurecerse con su padre ¿Qué derecho tenía él a que se enfadaran por no captar su atención? Era odioso, si no tuvieran unos lazos fuertes entre los habitantes de la cabaña hace ya que se habrían vuelto los unos contra los otros, pero lo que más los unía era precisamente el odio hacia su padre.

Al intentó tranquilizarse y disfrutar del momento, se unió a la pelea de los chicos mientras Kevin escuchaba de Maëlle la historia de Troya mientras este miraba descorazonado lo que se suponía ser la cuadriga, pero Sandra lo tranquilizó diciendo que lo reforzarían antes de mañana lo que tampoco pareció apaciguar sus dudas del todo.

Cuando Ed venció a Al por quinta vez estaban empapados de sudor así dejaron de luchar y se sentaron con el resto de la cabaña que estaban contándole a Kevin historias sobre el campamento. Al se maravilló por segunda vez en el día que el novato estuviera llevando tan bien el inicio  de su segunda vida, cuando todos los demás habían pataleado y rabiado hasta la extenuación en su primer día en el campamento. Pero Kevin parecía feliz de encontrarse allí, seguro, cómodo.

Al se alegró interiormente por ello y se unió a contar anécdotas. Como esa vez que Ed se cayó al lago intentado llamar la atención de Irina, o aquella otra donde había robado junto a James la reserva de bombones del despacho de Quirón; la mejor historia era sin duda la derrota de Atenea a manos de ellos en la batalla de la bandera hace dos años, la cual rompió su racha ganadora de diez partidas seguidas; desde entonces se la tenían jurada.


En esos momentos la verdad es que casi agradecía a su padre el haberle dado una familia y un lugar tranquilo donde ser ella misma, casi; pero claro, era lo mínimo que debería haber hecho después de no ayudar a su madre cuando la asesinaron hace cinco años.


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